Autora: Liza Porcelli Piussi

Ilustrador: Alex Dukal

Edad sugerida: a partir de 6 años

 

Sinopsis:

A veces, en la calle, te encontrás con un gato o un perrito perdido y sin hogar.
Y a veces, te encontrás con un rinoceronte. Uno de verdad, con todas las letras y todos los kilos.

Uno de esos rinocerontes prehistóricos que no entran en la foto, que no están preparados para viajar en la cartera de la dama o en el bolsillo del caballero.

Y si lo acariciás y le das un poco de pasto, seguro que enseguida te encariñas y querés adoptarlo.

Pero sabé que no es tarea fácil. Primero vas a tener que convencer a tus padres.

Y para eso, para charlar en familia, hay que esperar el mejor momento. Mientras tanto, no te queda otra que esconder al rinoceronte. Y aunque no lo creas, esconderlo puede ser más fácil que convencer a tus padres de que vos vas a ocuparte de cuidarlo.

 

Temáticas:

#Humor #Respeto a los animales

10 MANERAS DE ESCONDER UN RINOCERONTE

$14.300,00
Envío gratis superando los $60.000,00
No acumulable con otras promociones
10 MANERAS DE ESCONDER UN RINOCERONTE $14.300,00
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Quipu en Villa Crespo Murcia 1558 - Lunes a Viernes de 9 a 18 - Esperá que te confirmemos que tu pedido está listo para retirar

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Autora: Liza Porcelli Piussi

Ilustrador: Alex Dukal

Edad sugerida: a partir de 6 años

 

Sinopsis:

A veces, en la calle, te encontrás con un gato o un perrito perdido y sin hogar.
Y a veces, te encontrás con un rinoceronte. Uno de verdad, con todas las letras y todos los kilos.

Uno de esos rinocerontes prehistóricos que no entran en la foto, que no están preparados para viajar en la cartera de la dama o en el bolsillo del caballero.

Y si lo acariciás y le das un poco de pasto, seguro que enseguida te encariñas y querés adoptarlo.

Pero sabé que no es tarea fácil. Primero vas a tener que convencer a tus padres.

Y para eso, para charlar en familia, hay que esperar el mejor momento. Mientras tanto, no te queda otra que esconder al rinoceronte. Y aunque no lo creas, esconderlo puede ser más fácil que convencer a tus padres de que vos vas a ocuparte de cuidarlo.

 

Temáticas:

#Humor #Respeto a los animales