Tenía ganas de cambiar el mundo, entonces me puse a escribir cuentos infantiles. Venía de estudiar publicidad en la Escuela Superior de Creativos Publicitarios y trabajaba para el área de turismo del diario Buenos Aires Herald. Primero escribí la colección Fabularios para la editorial Emecé. Después fui asistente editorial de infantiles para la Editorial Planeta. También fui coordinadora en el taller de cine Raúl Perrone porque me encanta el arte que quiere decir cosas. Hasta que una editora me dijo que no tenía imaginación y que le costaba pensar en el libro solo leyéndolo. Así que con mi socia, Brenda Imboden, abrimos Pumleditores, una productora de cuentos infantiles que tiene muchas ganas de hacer de este un mundo mejor.
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